viernes, 7 de febrero de 2020

La noche que casi muero

Y sí, "casi" es la palabra correcta, sin exageración ni na'...

Ha pasado una cantidad casi indecente de tiempo desde que me digné a escribir en este blog que iba a postear mas seguido, cosa que como todos sabemos, es mas bien un acto de ¿hospitalidad? que perpetramos todos los que tenemos páginas en internet en algún momento cuando, ya sea que se nos acaban las ideas y las ganas, nos de imposibilidad técnica (como a mí) o simplemente pasemos campalmente de expresar nuestras impresiones sobre ese "algo" en un espacio público... Si no me creen, pregúntenle a Friedrik Andersson el de "Pawn Comic", que tardó unos 7 u 8 años en hacer el 6° número del mencionado cómic...

Esta es una crónica de hace poco mas de 7 años, cuando el buen Aulus y yo empezábamos a hacer migas y cuando Dr. Muzz todavía podía salir a jugar ya que aún la criatura nociva que conocimos en sus mocedades, estaba menos ocupado y era menos mandarino; ahora bien, en esos tiempos yo no solía acampar en eventos medievalistas, esto, debido a que siempre quise esperar a tener una tienda de campaña apropiada, ya que no hay cosa mas fea que salir con un atuendo correcto de una tienda incorrecta, es una de esas cosas que me parecen mas horribles que practicar esgrima histórica usando un pedazo de PVC, aunque muchas veces se los cobren/vendan como nylon, sepan que a veces les venden PVC


Para esto, el buen Aldo tuvo a bien llamarme por teléfono y decir:

-Güey vamos a ir al campamento
-¿Al de fantasía de noviembre? ni madres, no cuela
-Va a cocinar la esposa de Chuck y Muzz va a hacer potaje
-Hummm.... Pero es de fantasía, perro, van a haber orcos y nomas van los "baiquins"
-Ya te compré el boleto, solo tendrías que pagar pasajes, venga
-Ok, vamos

¿Mal motivo?, quizás.
¿Mal lugar?, no, el Ajusco es un cerro bonito desde lejos
¿M
ala fecha?,
si, esto era mediados de noviembre
¿Mal evento?, quizás; no lo sabia al momento...
Igual sonaba a una buena idea, así que prepare mis pertrechos, que constaban en ese momento de ropa de algodón, una sobrevesta y un casco cónico; añadí unos unos guanteletes del S.XIV que no pintaban pero que era permisivo porque el asunto era "fantasy" y porque sabíamos que íbamos a pelear; arco, flechas y cierta polearma fea

Ahora bien, casi al mismo tiempo me contactó el ahora infame ferdinand de aquella tierra de buenos dulces y malos eventos que es Guanajuato, que veníase a pasar el evento con una mujer a la que malamente acolitaba en esos años, así que me ofrecí para guiarle al lugar del evento porque iba a hospedarse una noche antes en un hotel a 1km de mi casa.

Viendo que en verdad iba muy ligero y que Aldo contaba con transporte propuse a mis amiguitos vernos para repartir la carga; también para que nos pusiéramos de acuerdo en cuanto a horarios y para que Lady Muzz, novia de Dr. Muzz, viera los progresos sobre su vestido... aquel con el peyote partido mitad en azul y mitad en negro.

Aquel día, entre todas las sagacidades que una platica entre 4 frikis puede tener hubo un malentendido, no del que causa peleas, pero si del que causa problemas; en algún lapsus yo dije "no tengo tienda de campaña"y Aulo contestó algo; según yo dijo "te llevo un sleeping y te quedas en mi tienda" pero al parecer dijo algo un tanto distinto.

Pasó lo que suele pasar; quedamos de vernos a eso de las 9:00 A.M. en el metro, a unos 800 metros del hotel donde se hospedó este cretino y 400 metros de mi casa; tomé el equipo antes mencionado y en un ultimo minuto dejé el gambesón por considerarlo voluminoso y no necesario, ya que suelo no pasar frio porque soy un horno con piernas; llegue al metro a las 9:15 y al final partimos a las 12:00 P.M.; cosa que causó incomodidades y furias momentáneas pero no importó de momento, porque al final todos decidieron hacer lo mismo y nadie se ofendió; nadie salvo Aldo, quien habíase ido con el Excmo. D. Carlos con la comida y muchas mas cosas que todos los demás le habíamos encargado cargar bajo la idea de que nos encontraríamos ahí para ayudarlo a subirlas, por lo que le tocó ir cargado como mula; adicionalmente, en su calidad de vanguardia, cayó la responsabilidad de encontrar el lugar para establecer nuestro campamento.

Ahora, el asunto es que el lugar del evento era un pequeño valle en la parte alta del mencionado cerro del Ajusco, lejos de toda señal de celular y rodeado de altos pinos que bloqueaban la luz, pero en un claro que permitía al viento correr lo suficientemente ligero como para producir corrientes, pero no tan fuerte como para llevarse el humo de las hogueras antes de que este se combinase con el agua y crease una densa niebla... Ahora, el campista o viajero experimentado se informa sobre el lugar al que va a ir, pero cuando uno es relativamente joven y reiteradamente idiota sencillamente voltea a ver al mencionado cerro y se dice "eso es un cerro, no es una montaña" y se queda tan tranquilo como una tía metiche después de dar su opinión a media comida... El dichoso cerro es en efecto un cerro; no es tan alto si uno lo mira desde la meseta que ocupa La muy Noble, Leal e Imperial Ciudad de México, pero en números reales está a algo menos de 4,000m sobre el nivel del mar; poco mas de 200 metros mas alto que el Pico del Teide en Tenerife y por extensión, mas alto que cualquier montaña de Polonia; ademas de ser razonablemente húmedo al estar en una zona tropical... claramente el lugar al que quieres ir a dormir sin equipo adecuado en otoño y con amenaza de nevada.

Llegamos prácticamente a la vez Muzz y yo con nuestras respectivas compañias, así que decidimos subir juntos, una vez en el lugar de acampado Aldo me avienta un cilindro de tela de nylon sucia y me dice
-Tu tienda, cabrón
-¿Eeeh? ¿y el sleeping?
-Te dije, traes tu sleeping y te presto una tienda
-Me dijiste al reves
-No güey
Y la discusión siguió unos 20 minutos más, tras lo cual abri la tiendacon ayuda de Lady Muzz; era para niño, léase, era del tamaño de un ataúd de adulto, escogimos un lugar con pasto crecido bastante mullido para clavar la tienda y varios empezaron a cuestionar si era la mejor idea posible que durmiese en esa cosa al mismo tiempo que dejaban claro de manera preventiva que planeaban coger en sus respectivas tiendas, Dr Muzz tuvo el buen tino de reforzar el techo de la tienda con una lona y nos pusimos en marcha al claro de al lado donde se desarrollaba el resto del evento

El evento transcurrió con la normalidad de los eventos baratos, algunos golpes, problemas para encender la fogata con leña húmeda, mucha comida, compras innecesarias, clientes agradeciendo la calidad de los productos que vendía en ese entonces, Wulfric siendo buen pedo y pagando por sus compras (¡cuando pagabas, culero!), alguien extrañado sobre que su compañero de acampada estaba metiéndole un beso francés a un cráneo de conejo, todo normal, hasta pasada la media noche que decidimos meternos a dormir.

El frio nunca ha sido un problema para mi, así que en mi inconsciencia estaba convencido de que el frio que había experimentado en otras ocasiones, como la noche en el desierto del norte, el invierno del 2000, permanecer mojado por horas a la intemperie bajo tormentas invernales y situaciones similares era frio de verdad, pero no.
Tras haber entrado en la tienda advertí que el pasto en verdad era muy espeso y mullido, lo suficientemente espeso como para guardar una buena cantidad de agua y lo suficientemente mullido como para ocultar un tocón de un arbolito y que estaba exactamente en mi nuca, puse unas bolsas de plástico como aislante y me tumbé a dormir...
Desperté, porque mis botas tenían casquillos de acero, y me cabree porque recordaba lo que había pasado a la wehrmacht por usar botas con tachones de hierro, así que me las quité
Dormí... desperté, el tocón en la nuca
Dormí... desperté, el frio estaba bestial, la capa no servia para mierda, opté por volver a ponerme las botas, que estaban como témpano, hay una piedra en mi lumbar
Dormir, volver a despertar; una fogata ardía lo suficientemente cerca como para tener un teatro de sombras de las estupideces que hacian unos briagos, pero lo suficientemente lejos como para no calentarme
Dormité, desperté, el frio es bestial, a partir de aqui es tiritar como imbécil sin parar, los baiquins y otra escoria farb está cantando LAI LAI HEI
Dormí, desperté; el frio cala hasta los huesos y comienza a preocuparme dormir, me pongo a cantar para calentar el aire de la tienda, funciona
Dormité, llueve ligeramente
Dormí, desperté, el puto tocón de madera en la sien, y esta piedra que esta en mi lumbar

Dormité, desperté, esta vez ya no puedo dormir por el frio y después de media hora tratando de ver que posición conserva mejor el calor me decido a salir y meterme a la tienda de alguien mas, abro el cierre de la tienda de campaña ligeramente para ver el exterior y se me escarchan las cejas, cierro la tienda ahora si bastante cagado de miedo
Duermo, despierto, tengo calor repentinamente y mucho, prefiero ignorarlo porque no tiene sentido y me hago bola
Ahí empieza un dormitar nervioso y bastante cabrón, hace suficiente frio como para que me preocupe la hipotermia y palmarla, encima no puedo hablar y por extensión gritar, los movimientos son torpes y la cabeza se vuelve ligera y pesada a intervalos irregulares; me siento con las piernas cruzadas y envuelto en la capa como si fuese un zarape, descubro que la piedra que tenia en el lumbar era una muy afilada cabeza de lanza que de pura suerte no se me ha clavado en un costado; trato de no dormir y finalmente despierto de golpe y son las 5:17 A.M., comienza a verse un leve resplandor en el cielo, así que me digo "bueno, ya no morí y el frio no va a ponerse peor", no me puedo ni cerrar los botones de la camisa porque los dedos no responden muy bien que digamos; me paro a mear... el pasto está blanco, la lluvia se volvió un rocío escarchado y los charcos están igualmente convertidos en pequeños espejos congelados; pero lo mas jodido del asunto es que la humedad de la tienda la hacia ligeramente mas fria que el exterior. De la temible letrina de hombres que habían habilitado para los aprox 1000 cabrones que había ahí sale un vapor horrible, pero con una grotesca apariencia acogedora... Aquí les pregunto, queridos lectores: ¿saben lo difícil que es encontrarse la pija cuando estás bajo cero y vestido solo en ropa sencilla de algodón?
Empiezo a prender las brazas de la fogata... y una mierda que van a prender, ni con papel prende esa porquería; sale Dr Muzz de su tienda igualmente cagado de frio a pesar de estar mas abrigado y gordo

-Nn.nn-o mames, nnno sse como no te moriste, pinche puerco...
-Dddios necccesita reir, cabrón... Acabo de mear en b-braile, no me la encuentro
-Dddaniela me quitó las putas cobbijas
-¿Todas?
-Me dejó ccomo la mitad
-¿Cogiste?
-¿Que mierda te importa?...Si, pero las bolas se me pusieron azules y le paramos
*Sale Aldo de su tienda*
-Que pinche ruido hacen, ¿por qué te paras a esta hora?
-Creí que me moría
-¿Y lo mejor es salirse de la tienda?
-Toca esa porquería, está gélida, esta mas frio que aquí
-¿Y que hiciste?
-Me puse a cantar porque vi que los niños rusos lo hacian en sus salones para no morir
-No mames
-Jajajajaja, pendejo, eso lo hacen para que se mueran calmados
-Funcionó

Después de eso subimos una colina para comprar un ponche caliente que al final descubrimos que vendían al lado del campamento, ademas de asolearnos un poco y recibir algo de luz solar; después bajamos y pudimos descongelarlos mientras comíamos y bebíamos; tras volver a casa me encontré el gambesón abierto sobre mi cama, recordándome que puedo ser muy un imbécil.



Uno pensaría que después de semejante estupidez no me volvería a pasar algo semejante, pero de alguna manera siempre paso frio al acampar, no como ése, pero frio; ya sea que me abrigo de manera insuficiente o mi propio calor corporal me obliga a destaparme a mitad de la noche y volverme a tapar; en ultimas fechas prefiero dormir con una o dos velas encendidas a pesar del riesgo de despertar a término medio.

Eso es todo de momento.

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